Un incendio originado en la cocina del Bar El Puerto, sito en la plaza Cervantes, obligó a desalojar el portal número 6 de la citada plaza, aunque no hubo que lamentar heridos, y el incidente acabó siendo un susto que mantuvo a los vecinos durante alrededor de una hora (entre 11,45 y 12,45 horas, aproximadamente) fuera de sus casas, a la espera de que los bomberos acabaran de extinguir el fuego y certificaran que los pisos no habían sido dañados.
HUESCA.- Hasta el lugar se desplazaron todos los efectivos disponibles del parque de Bomberos y de la Policía Local, así como algunos agentes de la Policía Nacional, y las concejalas Amalia Aso, encargada de Seguridad Ciudadana -que explicó el dispositivo-, y María José Ferrando, representante del PP en la materia.
Al finalizar las tareas de extinción, Daniel Gallardo, cabo del cuerpo de Bomberos, explicó a los medios de comunicación que los daños materiales se habían concentrado en los pisos más próximos a la cocina del bar, situada en un altillo. Se vieron afectados sobre todo elementos mobiliarios, como persianas, sillas de terrazas y algunos cristales, que se fracturaron por efecto del calor. El perjuicio fue mayor en los pisos de la parte derecha del bloque, al estar justo encima de la cocina.
Por su parte, el interior del bar tampoco registró grandes daños materiales.
Los Bomberos, que llegaron un cuarto de hora después de iniciado el fuego, desalojaron a todos los vecinos del portal número 6, compuesto de diez pisos. La avanzada edad de algunos de los habitantes, como la de María Luisa Calví (de 83 años y residente en uno de los pisos), hizo que los bomberos tuvieran que ayudar a sacarla del edificio.
Al respecto, Calví dijo a los periodistas que estaba hablando con una amiga por teléfono cuando empezó a oír a los bomberos y sirenas, pero no les prestó mayor atención al tomarlos por «una manifestación». Pero cuando colgó el auricular, le llamó su hija alertándole del incendio. «Abrí la ventana, vi a los bomberos y me llevé un gran susto», por lo que tuvo que ser ayudada por los bomberos a abandonar momentáneamente su domicilio. «Por el patio (interior) subían unas llamas enormes», afirmó.
Otros dos vecinos del portal desalojado, la pareja formada por Auxiliadora Jaime -quien hizo la llamada al 112 «poco antes de las doce»- y Mariano Costel l, de un quinto piso, explicaron «lo rápido que el humo blanco había pasado a ser negro». Jaime añadía que vio cómo «ardía todo o parte de la cocina (del bar)», que tiene salida al patio interior del edificio.
También comentó que, «con las prisas de tener que dejar el piso», se olvidó una olla en el fuego, por lo que los bomberos tuvieron que subir de nuevo para apagarla.
Cuando abandonó su piso, Costell, en colaboración con otro vecino, intentó entrar al bar para apagar el fuego con un extintor del bloque, «pero con el humo negro no se podía ni respirar».
También el propietario del establecimiento intentó extinguir el incendio, del que todavía no se conocen las causas, pero, al igual que los dos vecinos que lo intentaron después, no pudo.
Visiblemente afectado, el propietario recibió abrazos de ánimo por parte de los vecinos una vez se extinguió el fuego y, mientras, los habitantes del portal número 6 iban subiendo a sus domicilios, acompañados de los bomberos para comprobar posibles daños.
Otro comentario muy oído entre los vecinos fue «lo que pudo pasar» si el incendio hubiera llegado a la instalación del gas, muy próxima a la cocina del establecimiento, pero por suerte las llamas fueron apagadas antes y todo acabó en un susto.
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